A cada nueva vuelta de tuerca del Gobierno de Atenas a los
ajustes, la sociedad griega responde con una movilización
mayor
que la anterior. Bajo este ambiente de tensión social avivado por el
primer ministro, Yorgos Papandreu, quien ayer denunció que el país
no puede ser rehén de las protestas, Grecia vive hoy la primera de
las dos jornadas consecutivas de una nueva huelga general para
protestar contra los ajustes. El paro, además de paralizar la
actividad económica del país, se ha saldado con un récord de
participación en la primera de las manifestaciones previstas.
También se han registrado importantes altercados a las puertas del
Parlamento en la plaza Sintagma, destino final de las marchas.
Según la Policía, a la marcha por el centro de Atenas han
asistido más de 125.000 personas en un país de 11 millones de
habitantes. Con su poder de convocatoria, la manifestación de hoy se
ha convertido en la de mayor éxito de entre los numerosos actos de
protesta celebrados en el país desde el estallido de la crisis tras
el desbordamiento de los problemas de Grecia en los mercados de
deuda.
Los sindicatos han convocado estas dos jornadas de protesta en
respuesta a las medidas adicionales de recortes de ingresos,
pensiones y más impuestos, al igual que despidos de funcionarios
públicos y reducción de sueldos en el sector privado, adoptadas para
que Grecia pueda reducir su déficit del 10,6% del producto interior
bruto (PIB) en 2010 al 8,5% este año.
El Parlamento debe aprobar este jueves un proyecto de ley que
permite la inmediata implementación de dichas medidas destinadas, a
recaudar unos 7.100 millones de euros adicionales en los próximos 27
meses. La de hoy y mañana es la sexta convocatoria de paro general
en lo que va de año. En una intervención inicial ante los diputados,
el ministro de Economía, Evangelos Venizelos, ha advertido de que
esta semana el país se juega "la batalla de todas las batallas". El
Ejecutivo heleno confía en que en la cumbre de la UE de este fin de
semana se de algún paso para avanzar en una solución que permita
dejar atrás la crisis de deuda.
El transporte público en la capital ha estado paralizado durante
las primeras cuatro horas de hoy, y a las 9.00 hora local (06.00
GMT) se ha reanudado para facilitar, durante 10 horas, la asistencia
de los trabajadores a las manifestaciones. La Policía ha puesto en
marcha un importante despliegue para evitar altercados, sobre todo
en las proximidades del Parlamento, lo que no ha evitado los
habituales incidentes entre agentes y manifestantes. En los
alertacados, las Fuerzas de Seguridad han empleado gases
lacrimógenos para dispersar a un grupo violento de manifestantes que
ha lanzado cócteles molotov contra los agentes en las puertas del
Parlamento, informa Reuters.
Frente a la Cámara se veían pancartas que decían "Abajo el
Gobierno" y "¡Avergonzaos! ¡Marchaos ahora!" mientras el olor de los
gases lacrimógenos llenaba la plaza y el humo de los cócteles
molotov se alzaba hacia el cielo despejado.
"¿A quién intentan engañar? El Gobierno no va a salvarnos. Con
estas medidas los pobres se hacen más pobres y los ricos, más ricos.
Bueno, yo digo 'No, gracias. No quiero vuestro rescate'", ha
criticado Akis Papadopoulos, funcionario de 50 años y uno de los
participantes en la manifestación. Como muchos otros empleados
públicos, Papadopoulos y su esposa, que tienen un hijo, perdieron el
20% de sus ingresos el año pasado. Temen que con las nuevas medidas
de austeridad, puedan llegar a perder sus empleos.
Otra trabajadora pública, Dina Kolovou, empleada del Ayuntamiento
de Atenas y de 46 años, insistía en el temor a que los nuevos
recortes solo provoquen más pobreza. "Queremos que se vayan porque
sólo pueden traernos miseria. Están exprimiendo a la gente en lugar
de salvar el país", ha indicado a Reuters.
En los aeropuertos, pese a la amenaza de cierre, los
controladores aéreos han anunciado que su participación en la
protesta será sólo de doce horas, a partir de las 00.01 de hoy
(21.01 GMT del martes, dos horas más en España), por lo que las
cancelaciones se han limitado a unas 300 en todo el país. Ocho de
estos vuelos conectaban el país mediterráneo con España. Además se
han modificaron 16 vuelos, según han informado desde las autoridades
del aeropuerto.
La industria, la enseñanza, lugares arqueológicos y museos,
bancos, ministerios, tribunales y servicios públicos están
prácticamente paralizados por la falta de sus trabajadores. Además,
profesionales como
abogados, funcionarios de Hacienda y de Aduanas continúan con sus
huelgas hasta el viernes y los taxistas se han sumado con un paro de
48 horas. Hoy también permanecerán cerradas las gasolineras, las
panaderías, las farmacias y los comercios.
Por otro lado, decenas de toneladas de basura permanecen en las
calles de las ciudades del país pese al decreto de movilización
civil dictado ayer por el Gobierno para que la recojan los camiones.
Las autoridades han expresado su preocupación por el peligro que
supone esa situación para la salud pública, pues teme la aparición
de epidemias, y por el peligro de que la basura acumulada sea
incendiada durante las manifestaciones previstas para hoy.