Un nuevo
sismo de magnitud 6,6
grados sacudió alrededor de las 4 de la mañana del sábado
(19 horas GMT del viernes) a la región montañosa de la
prefectura de Niigata, en la provincia de Nagano, en el noroeste
de Japón, anunció la cadena de radio y televisión nipona
NHK.
Unos minutos antes, la Agencia Meteorológica de Japón emitió una
nueva alerta de tsunami para
toda la costa oriental del país, tras la declarada
inmediatamente después del
terremoto de 8,8 grados de magnitud en la escala
abierta de Richter sucedido esta tarde.
La nueva alerta fue emitida a las 03.20 hora local (18.20 GMT
del viernes) y advierte del
riesgo "importante" de tsunami en las provincias de
Iwate, Miyagi y Fukushima, las
más afectadas por el sismo, que ha causado cientos de
muertos y desaparecidos.
Allí un eventual tsunami podría acarrear
olas superiores a los tres
metros, mientras que en el extremos sudoriental del
archipiélago la alerta es por olas de hasta dos metros.
Desde que ocurriera el devastador terremoto de 8,8 grados en
la escala abierta de Richter, se han sucedido
constantes réplicas, hasta 60
en la jornada del viernes.
Más de mil personas pueden
haber muerto a causa de ese sismo y el tsunami
posterior, según cálculos de la agencia local Kyodo,
después de que fuentes oficiales indicaran que al menos 1.800
viviendas han quedado destruidas en la provincia de Fukushima.
En la ciudad de Sendai, a unos 350 kilómetros al norte de
Tokio, las autoridades locales indicaron que se han hallado
entre doscientos y trescientos cadáveres en la costa, mientras
el recuento oficial habla, por ahora, de 133 muertos y 531
desaparecidos.
Mientras las labores de búsqueda continúan de madrugada en
las provincias nororientales, el gobierno nipón envió un equipo
a la central nuclear de Fukushima, donde el sismo causó
problemas con el sistema de ventilación de la planta.
Aunque el gobierno nipón aseguró que el temblor no produjo
ninguna fuga radiactiva, el
nivel de radiactividad en el edificio que alberga la
turbina de un reactor se ha elevado, al igual que la presión.
El ministro japonés de Economía, Banri Kaieda, indicó que es
posible que en la situación actual pueda producirse alguna fuga,
aunque insistió en que en cualquier caso sería pequeña.
Cerca de 3.000 personas han sido evacuadas de los alrededores
de esa central, a la que el primer ministro nipón,
Naoto Kan, tiene previsto
viajar a primera hora de la mañana del sábado, además
de visitar las zonas devastadas. Fuente