AUDITORÍAS EN TODAS LAS
COMUNIDADES SOBRE SUS CUENTAS
Mariano Rajoy ha avanzado esta tarde, en la primera
rueda de prensa real que ha convocado en lo que va de año, "los
principios que inspirarán" el borrador del programa electoral con el
que competirá en las próximas elecciones generales.
El líder del PP ha aprovechado la cita que tenía esta tarde con
sus barones regionales, en teoría para analizar con ellos los
resultados de las elecciones del 22 de mayo, para fijar las
posiciones y compromisos de austeridad que esos dirigentes tendrán
que aplicar en sus comunidades en cuanto lleguen al gobierno.
Algunos de esos principios son muy genéricos. Otros no. Sobre su
futurible rival del PSOE en las elecciones de 2012, Alfredo Pérez
Rubalcaba, no ha querido explayarse pero sí ha recordado que debería
dimitir de sus cargos en el Gobierno como hizo él cuando fue
proclamado por José María Aznar en el verano de 2003. También ha
dicho que no le teme "porque no es Usain Bolt", el campeón y
plusmarquista mundial de 100 y 200 metros.
El presidente del PP asegura que los presidentes autonómicos de
su partido no gobernarán comunidades con más de 10 consejerías.
También que reducirán el número de altos cargos y que compartirán el
uso de los coches oficiales, aunque en este caso en la medida de lo
posible. También demandó al Gobierno central, en poder del PSOE, que
convoque ya en breve un Consejo de Política Fiscal y Financiera y
también una Conferencia de Presidentes, y hasta una reunión de la
Federación Española de Municipios y Provincias. Y les fijó a esos
órganos incluso el orden del día: poner un límite o techo tanto al
gasto como al endeudamiento de esas instituciones.
Los periodistas no desaprovecharon la excepcional ocasión para
interrogar a Rajoy sobre todos los temas posibles. Sacaron pocas
conclusiones en claro. Pero sí algunas. Por ejemplo, el líder del PP
aclaró que su número dos, María Dolores de Cospedal, la
nueva presidenta de Castilla-La Mancha tras el 22-M, seguirá como
secretaria general del partido mientras él sea presidente. También
que no hay decisión sobre la convocatoria del congreso del partido
que debía celebrarse en estas fechas.
Sobre pactos poselectorales, Rajoy ratificó que el PP está
dispuesto a negociar y hasta pactar con todas las fuerzas
democráticas que hay en España excepto con Bildu. Sobre la situación
en el País Vasco, eludió de todas las maneras posibles afirmar que
un pacto directo o indirecto de los socialistas que permita a Bildu
gobernar alguna institución pueda poner en peligro su acuerdo
general para mantener al socialista Patxi López como lehendakari.
Dijo únicamente que pide un poco de "sentido común" a todos los
actores en cuestión. En ese escenario de pactos posibles, Rajoy no
excluye incluso una posible alianza con FAC, el partido de Francisco
Álvarez Cascos, en Asturias.
Preocupación por la tesorería
La mayor preocupación que ha demostrado Rajoy tras la
comparecencia de hoy ha sido sobre la situación económica y
financiera de las comunidades autónomas. Y en particular puso en
duda el estado de recaudación de los impuestos. Fue en ese sentido
en el que enmarcó el programa de austeridad que se han comprometido
a aplicar "en breve" los presidentes autonómicos del PP. El líder
del Partido Popular abundó en que ahora lo primero que tienen que
hacer los nuevos responsables de las comunidades hasta ahora
gobernadas por dirigentes sociales es "la verificación de la
situación de tesorería" y la "comprobación de los ingresos previstos
en 2011". Rajoy anunció que en esos ámbitos de actuación se deberían
poner en marcha portales que favorecieran la transparencia, en los
que se registraran la remuneración de los altos cargos y también el
modelo de contratos de esas administraciones.
La propia convocatoria de la rueda de prensa de Rajoy en la sede
central del PP 10 días después de las elecciones autonómicas y
municipales ya se convirtió en noticia. La novedad estriba en que es
la primera vez en este año en que el líder del PP cita a la prensa
en la sede nacional del partido para responder a preguntas. El año
pasado solo lo hizo una vez, en Navidades, para hacer un análisis
del año. Rajoy concede a veces algunas preguntas en sus viajes al
extranjero y en contadas ocasiones cuando recorre España. Este año,
según los cálculos del PP, ha admitido preguntas en siete ocasiones,
la mayoría de ellas dos o tres cuestiones rápidas en viajes a
Bruselas o Barcelona. Para poder hacer una pregunta al líder del PP,
una vez al mes como mucho, los informadores que le siguen
habitualmente han tenido que desplazarse a Pamplona o Berlín, por
ejemplo. Además, en esos casos suele utilizar la excusa de que está
en un viaje con una agenda especial para evitar contestar preguntas
sobre su gestión en el partido, en especial sobre los asuntos
relacionados con la corrupción y los imputados en las listas.
Rajoy no aceptó preguntas de la prensa ni siquiera después de su
gran victoria del 22 de mayo –al contrario que el presidente
Zapatero, que sí lo hizo el mismo día de la derrota del PSOE, por la
noche-. Sin embargo, la presión y la enorme tranquilidad interna que
vive ahora el PP, después del éxito del día 22, han hecho que Rajoy
acepte al fin, por primera vez en el año y quién sabe si última, que
los informadores planteen sus preguntas. Lo hace después de almorzar
durante varias horas con los 17 barones regionales del PP, muchos de
ellos presidentes autonómicos o presidenciables, ya que los
populares ocupan después del 22-M una hegemonía en el poder
autonómico desconocida hasta ahora.
Durante la comida, además de hacerse fotos comiendo pepino para
dar ejemplo, el líder del PP ha presentado un documento en el que se
plantean los ejes básicos que los barones deberán seguir en sus
gobiernos, esto es, austeridad, transparencia y trabajar para
recuperar el empleo. El líder del PP ha confirmado que su partido
organizará auditorías en todas las comunidades para conocer el
estado real de las cuentas. Alicia Sánchez Camacho, presidenta del
PP catalán, ha aprovechado para dar cuenta del caso de esta
comunidad, donde los recortes del Gobierno de CiU, que sí afectan al
gasto social, están provocando fuertes rechazos. Rajoy quiere que
sus barones den ejemplo y recorten gastos suntuarios, es decir, que
reduzcan consejerías, altos cargos o coches oficiales, pero insiste
en que se comprometan a no tocar el gasto social, que depende de las
comunidades.
Rajoy quiere evitar a toda costa un otoño caliente con médicos y
maestros en la calle que pueda asustar a un cierto tipo de
electorado ante la idea de que el PP recortaría más que el PSOE
cuando llegue al Gobierno central. Por eso el compromiso de no tocar
el gasto social se va a mantener al menos hasta las generales. Sin
embargo, algunas comunidades ya gobernadas por el PP, como la
Comunidad Valenciana, o que van a pasar a sus manos, como
Castilla-La Mancha, tienen graves problemas financieros y el
Ministerio de Economía va a presionar para que hagan recortes
fuertes, esto es, no solo cosméticos. La cercanía de las elecciones
parece haber reducido la intensidad del control de gasto de las
comunidades, que en el primer trimestre han excedido las
previsiones. La Comunidad Valenciana, en particular, es la más
endeudada de España. Fuente
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