"Los ricos también deben aportar su parte justa", afirmó Obama en
un discurso ante el Consejo Nacional de La Raza, la principal
organización hispana del país.
"¿Somos un país que solo pide a la gente de la clase media y a
los pobres que carguen con el peso? No somos eso, somos mejores,
pensamos en el sacrificio compartido", agregó.
El mandatario lanzaba así de nuevo un mensaje al Partido
Republicano, cuyos líderes exigen que para elevar el techo de deuda,
situada en 14,29 billones de dólares, se recurra únicamente a
recortes de gasto público y se excluya cualquier alza en los
impuestos.
Obama ha criticado duramente la propuesta republicana y ha
reiterado que debe alcanzarse un acuerdo que permita equilibrar las
cuentas a largo plazo, ya que pactos de corto alcance pondrían en
juego la estabilidad y credibilidad del país.
El cruce de acusaciones ha continuado hoy después de que durante
todo el fin de semana ambas partes se reunieran varias veces para
tratar de acercar posturas y calmar la creciente inquietud ante la
posibilidad de que EEUU se declare en mora, sin éxito por el
momento.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John
Boehner, criticó a su vez la propuesta de Obama como "indefendible y
puramente política", al insinuar que, con su insistencia en un
acuerdo a largo plazo, lo que quiere el presidente es evitar que el
debate sobre la deuda se repita el próximo año, cuando se celebran
las elecciones presidenciales.
Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca replicó a los
republicanos hoy en twitter, los acusó de poner "en riesgo nuestra
economía al rechazar el compromiso" y aseguró que Boehner se "había
salido de las negociaciones en dos ocasiones ante pactos justos".
"Eso sí que es indefendible", remarcó Carney.
A ocho días de que se alcance la fecha límite del 2 de agosto,
los republicanos y los demócratas han decidido trabajar en planes
paralelos de reducción del déficit y se espera que esta tarde
desvelen sus nuevas propuestas.