¿QUE ES EL ESCANDALO DE LAS
ESCUCHAS ILEGALES DEL NEW OF THE WORLD?
El escándalo de la escuchas ilegales del News of The
World ha dado hoy un salto cualitativo al extenderse a otros medios
de News Internacional, la subsidiaria británica del imperio
mediático de Rupert Murdoch, News Corporation.
Según sendas investigaciones del diario
The Guardian y de la BBC, al menos tres diarios de Murdoch,
incluidos The Sunday Times y The Sun, espiaron de
forma ilegal durante 10 años al ex primer ministro laborista y antes
ministro del Tesoro, Gordon Brown. El diario asegura que el príncipe
de Gales y su esposa, la duquesa de Cornualles, también han podido
ser espiados.
Los intentos de acceder a datos privados de Brown y su familia
abarcaron desde información fiscal a su cuenta bancaria, su
historial policial o la delicada salud de su hijo Fraser, que desde
su nacimiento sufre fibrosis cística, una enfermedad grave que
afecta a las vías pulmonares. Fue la entonces directora de The
Sun y ahora controvertida consejera delegada de News
Internacional, Rebekah Brooks, quien en octubre de 2006 llamó a los
Brown para informarles de que conocían los problemas de salud de
Fraser, que tenía entonces cuatro meses de edad.
"Eso parece constituir una clara violación de la Ley de
Protección de Datos, que solo permite una revelación como esa si se
hace en razón del interés público", subraya el diario. "Amigos de
los Brown dicen que la llamada les causó a los Brown una angustia
enorme porque en ese momento estaban intentando hacerse a la idea
del diagnóstico, que en ese momento no estaba confirmado.
The
Sun publicó la historia", añade The Guardian.
Pero esa no fue la primera experiencia de ese tipo que sufrieron
los Brown. Cinco años antes, varios medios descubrieron que el
primer bebé concebido por los Brown, Jennifer, nacida el 28 de
diciembre de 2001, había sufrido una hemorragia cerebral y estaba al
borde de la muerte. La pequeña murió el 6 de enero de 2002. Según el
diario londinense, Scotland Yard ha encontrado referencias tanto a
Brown como a su esposa Sarah en la documentación incautada al
investigador privado Glenn Mulcaire, el hombre que hizo las
grabaciones ilegales que acabaron llevando al cierre del News of
The World.
Además, el banco Abbey National concluyó en enero de 2000 que un
impostor se hizo pasar seis veces por Gordon Brown para intentar
acceder a la cuenta bancaria del político a través del servicio de
banca telefónica. Un abogado del banco escribió a The Sunday
Times informándole de que, de acuerdo con los datos acumulados
tras una investigación interna, sospechaban que alguien del diario o
que trabajaba para el diario se había hecho pasar por Brown para
intentar conseguir información. Es sabido que
The Sunday Times utilizaba a un ex actor, John Ford, para
obtener información bancaria confidencial imitando las voces de
personajes famosos.
Otros intentos de obtener información confidencial sobre Gordon
Brown citados por The Guardian se refieren a los detalles
obtenidos en el despacho de los abogados que llevan su contabilidad
personal, que creen que les fueron sustraídos por un pirata
informático. O la utilización de un oficial de policía para obtener
en 2003 sus antecedentes policiales. Un caso que no se pudo
investigar porque un juez concluyó que hubiera sido despilfarrar el
dinero de los contribuyentes. "Tomamos nota de las alegaciones que
se han hecho hoy en relación a informaciones relativas a Gordon
Brown. En orden a que podamos investigar más a fondo esas
cuestiones, pedimos que se nos haga llegar toda la información
concerniente a esas alegaciones", dice una nota publicada hoy por
News International.
Escuchas a la familia real
Tanto el The Guardian como la BBC coinciden hoy también en
publicar sendas informaciones sobre cómo la familia real se ha
podido ver más afectada de lo que se sabía por las escuchas. Según
la BBC, un correo electrónico hallado por News International en 2007
y que no habría sido entregado a la policía hasta el pasado 20 de
junio, parece probar que News of The World compró a un
policía del servicio de protección de la familia real el directorio
secreto en el que figuran todos los números fijos de la familia real
y también los números de sus empleados, en este caso incluyendo los
teléfonos móviles.
Según The Guardian, Scotland Yard ha avisado recientemente
al príncipe de Gales y a la duquesa de Cornualles de que han
encontrado pruebas de que sus teléfonos móviles pueden haber sido
pinchados. El heredero y su esposa figuran en la lista de 10
personas relacionadas con la familia real que aparecen en los
documentos que estaban en poder de Glenn Mulcaire. Hasta ahora se
sabía que los príncipes Guillermo y Enrique y tres de sus ayudantes
estaban entre los objetivos del investigador privado, que fue
condenado a seis meses de cárcel en 2007 por esas escuchas. La
policía avisó en 2006 a ocho miembros de la familia real de que
podían haber sido sometidos a escuchas telefónicas. Otros dos
miembros fueron alertados en julio de 2009.
Operación económica paralizada
La llegada de Rupert Murdoch este domingo a Londres para
hacerse cargo de la crisis de las escuchas ilegales tiene un
trasfondo económico. Su objetivo es rescatar la operación de
compra del 100% de las acciones de BSkyB, la plataforma de
televisión vía satélite de la que News Corporation posee en
la actualidad el 39%. Aunque la operación estaba a punto
de ser aprobado por el Gobierno, Ed Miliband, el líder
laborista, ha exigido que la decisión final se aplace hasta
que finalice la investigación judicial sobre las escuchas
ilegales.
Todo empezó en 2005, cuando una información banal sobre
una lesión de rodilla del príncipe Guillermo acabó llevando
a la cárcel meses después a un periodista del News of The
World y a un investigador privado al saberse que habían
obtenido esa información al pinchar de forma ilegal el buzón
de voz de un teléfono móvil.
Tanto News of The World como News International,
la filial de News Corporation que gestiona el imperio
mediático de Murdoch en Reino Unido, han sostenido siempre
que se trató de un hecho aislado, iniciativa individual de
un periodista. Pero las tenaces investigaciones del diario
The Guardian han permitido destapar cientos, quizás
miles de casos semejantes, que han afectado a políticos,
deportistas y gente famosa. Esta semana, The Guardian
desveló que también había sido espiada Milly Dowler, una
niña de 13 años que había desaparecido en marzo de 2002. Fue
la gota que desbordó el vaso: la reacción de la opinión
pública fue de tal virulencia que desencadenó un tsunami de
críticas, retirada de anuncios y campañas de boicoteo que
Murdoch intentó cortar de cuajo el jueves al anunciar que el
News of The World publicaría hoy su último número.
Algunos creen que esta crisis va a marcar un antes y un
después en el papel de los medios en la política británica.
Está por ver. El primer ministro, David Cameron, lanzó el
viernes un llamamiento en ese sentido. Pero su posición
estaba viciada de partida: al generalizar las culpas no
estaba más que diluyendo la suya propia. Culpa por haber
contratado como director de comunicaciones del Partido
Conservador y luego del Gobierno a Andy Coulson, director
del News of The World cuando estalló el caso de las
escuchas. Y culpa porque también él, como reconoció el
viernes, ha ido a comer de la mano de Murdoch.
Rupert Murdoch ha dominado la política británica desde
hace 30 o 40 años: ayudando a ganar o haciendo creer que
ayudaba a ganar las elecciones a tal o cual candidato. Pero
las relaciones de amor-odio entre los políticos y la prensa,
y en particular los tabloides, son legendarias. Desde su
primera edición, el 1 de octubre de 1843, el News of The
World ofreció a sus lectores un cóctel infalible de
crímenes, sexo y sensacionalismo al que con el tiempo añadió
el deporte. Su éxito fue inmediato, aunque no del gusto de
todos. El Guardian recordaba estos días un comentario
que Frederick Greenwood, director del Pall Mall Gazzette,
le dirigió una vez a George Riddell, propietario y al tiempo
director del News of The World: "Estaba leyendo el
periódico y decidí tirarlo a la papelera. Luego pensé que si
lo dejaba allí lo podría leer el cocinero, ¡y decidí
quemarlo!".
Los tabloides británicos han hecho caer ministros por
asuntos de faldas, desde el célebre caso Profumo en
los años sesenta del siglo pasado al de David Mellor en los
noventa. Pero su influencia va mucho más allá. Los tabloides
marcan en muchos sentidos la agenda política porque los
políticos no se atreven a ir contracorriente. Por eso
Murdoch tiene tanto poder: porque los Gobiernos no se
atreven a poner en cuestión sus campañas contra la
inmigración, contra la Unión Europea, contra los gitanos o
la de la caza de pederastas, que lanzó hace 10 años.
Pero no solo los políticos están condicionados. También
la policía. Quizá lo más escandaloso del caso de estos días
es que casi todo lo que ahora sabemos todos, la policía lo
sabe desde hace años. Quizás su indecisión para meter mano a
fondo tenga que ver con el hecho de que la gente de Murdoch
pagaba a policías a cambio de información. Ni siquiera eso
es nuevo: lo admitió Rebekah Brooks, mano derecha de Murdoch,
en el Parlamento en 2003. Y no pasó nada.
Eso, que entonces no pasara nada, es lo que da al caso
esos aromas de Watergate. Al fin y al cabo, lo que da la
razón al Guardian no es el hecho lamentable pero de
significación limitada de que espiaran el móvil de una niña
que a esas horas había sido asesinada de la forma más
horrible. Lo que le da la razón es que ahora nadie duda de
que los pinchazos no eran un hecho aislado, sino una campaña
sistemática para obtener información de forma ilegal. Lo
interesante ahora será saber quién sabía que eso era así
pero dijo lo contrario. En eso se puede parecer al Watergate
porque el pecado no es solo el hecho en sí, sino la mentira.
¿Quién ha mentido? Fuente
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DIMITE EL SEGUNDO DE SCOTLAND
YARD POR LAS ESCUCHAS ILEGALES DEL 'NEWS OF THE WORLD'
CONOCE TODO SOBRE RUPERT
MURDOCH
¿QUE ES EL ESCANDALO DE LAS
ESCUCHAS ILEGALES DEL NEW OF THE WORLD?
REBEKAH BROOKS QUEDA LIBRE BAJO
FIANZA
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