Por eso tiene especial calado la noticia publicada el martes por el diario sudafricano City Press. Los príncipes de Mónaco, que se encuentran en este país de viaje oficial (algunos opinan que es realmente su luna de miel, ya que disfrutarán de algunos días extra para ellos), han hecho varias apariciones juntos, e incluso han obsequiado a los presentes con algún que otro beso en público, pero a la hora de dormir, lo hacen por separado... a 16 kilómetros de distancia.

Estaba previsto que la pareja se alojara en una suite del exclusivo Hotel Oyster Box, pero finalmente el príncipe Alberto se ha alojado en el Hilton y su esposa lo ha hecho en una habitación más sencilla en el Oyster. Además, la publicación asegura que al acudir a algunas fiestas, tomaban coches distintos.

City Press ve en este distanciamiento una prueba de que los rumores son ciertos: que días antes de la boda Charlene descubrió que Alberto tenía otro hijo ilegítimo (sería el tercero), que intentó darse a la fuga y que la retuvieron en el aeropuerto. El diario sostiene que Alberto se habría hecho las pruebas de paternidad y Charlene habría preferido mantener las distancias hasta conocer los resultados finales.  Fuente