LAS AERONAVES DEL FUTURO
Lockheed Martin, Northrop Grumman y The Boeing Company
son tres compañías a las que la NASA les ha adjudicado sendos
contratos para que presenten prototipos de los aviones del futuro.
Cada diseño tiene que volar a una velocidad que supere el 85 por
ciento de la velocidad del sonido, cubrir un rango de autonomía de
aproximadamente 7.000 millas y, por último, un espacio de carga útil
(ya sea de pasajeros o carga) que oscile aproximadamente entre los
22.700 Kg y los 45.400 Kg. Los proyectos presentados pueden ser las
aeronaves del futuro.
Recientemente, la NASA
ha informado en su web de la otorgación, a finales del año 2010,
de tres contratos a tres grandes compañías (Lockheed Martin,
Northrop Grumman y The Boeing Company) para el desarrollo de sendos
estudios de diseño avanzado. Con ellos la agencia estadounidense
pretende desarrollar los conceptos que, según ella, podrían regir la
navegación aérea del año 2025.
En el momento de la adjudicación de los contratos, el equipo de
la NASA les dio a las empresas unas pautas a seguir. De hecho, con
independencia del tipo de diseño que se presente existen unos
requisitos que tienen que cumplir todas las aeronaves presentadas. A
saber, los nuevos diseños deben reducir la contaminación acústica,
deben ser más limpias a la hora de emitir gases contaminantes al
ambiente y, por último, es preciso que tengan el menor consumo de
combustible posible.
Además, las aeronaves propuestas también tendrán que operar con
seguridad en un sistema de gestión del espacio aéreo más moderno.
Esto resulta obvio si tenemos en cuenta los cambios e innovaciones
que se está produciendo a lo largo del mundo.
Por otro lado, la
NASA
ha impuesto una serie de condicionantes respecto al rendimiento de
las aeronaves. Cada diseño presentado tiene que volar a una
velocidad que supere el 85 por ciento de la velocidad del sonido,
cubrir un rango de autonomía de aproximadamente 7.000 millas y, por
último, un espacio de carga útil (ya sea de pasajeros o carga) de
entre 50.000 y 100.000 libras (alrededor de 22.700 Kg y 45.400 Kg).
Con posterioridad a esto la NASA tendrá que desarrollar un
proceso de selección. Éste será realizado a través de diversos
pasos. En primer lugar, se producirá una selección cualitativa de
las ideas iniciales. Posteriormente, será necesario filtrar los
proyectos restantes a través de un análisis cuantitativo de los
datos de los informes.
La semana pasada informamos que en Alemania se están poniendo en
marcha proyectos tecnológicos de implementación del diseño de
fuselajes y motores con la intención de conseguir los mismos
objetivos perseguidos por la NASA, aunque de un modo más modesto que
el de esta agencia.
En referencia a los diseños presentados a la agencia
estadounidense, en el blog de ATAG
(Air Transport Action Group) se afirma que las propuestas de
las tres empresas son interesantes y en su mayor parte bastante
realistas. A su vez, también se informe que aunque el 2025 puede
parecer que está muy alejado está a la vuelta de la esquina y que
será necesario que se pongan a trabajar para materializar estos u
otros diseños.
El diseño de Lockheed Martin es, tal y como escribe Paul Marks en
New Scientist, el más radical ya que propone un avión con dos
motores colgado de un gran estabilizador horizontal formado a partir
de una gran ala hiper-extendida. Boeing, en cambio, es relativamente
conservador sin protuberancias extrañas, dice Marks. La propuesta de
esta corporación se basa en un planteamiento teórico hiper-aerodinámico.
Por último, Nosthrop Grumman plantea el diseño más extraño ya que
coloca la cabina encima de los motores.
Avances previos
Las intenciones en conocer e implementar los aviones del futuro
no son algo novedoso para esta Agencia estadounidense. En octubre de
2008,
pidió ayuda a la academia y a la industria para que le
informaran de cómo sería el futuro del transporte aéreo. De este
modo sería posible desarrollar conceptos innovadores para las
aeronaves. Los estudios financiados por la NASA tenían por objeto
identificar las necesidad de desarrollo tecnológico tanto para el
fuselaje, como para los sistemas avanzados de propulsión.
Entonces, los objetivos eran similares a los actuales: reducción
de 71 decibelios por debajo de los niveles de ruido actuales
establecidos por la FAA (Federal Aviation Administration),
minimización en un 75 % en el estándar de óxidos de nitrógeno
establecidos por el Comité Internacional de la Aviación Civil
Internacional en la Protección Ambiental de la Aviación, una
reducción superior al 70% en el consumo de combustible y una mejora
en la capacidad en el uso óptimo de las pistas en aeropuertos
múltiples.
En aquella ocasión, los equipos fueron dirigidos por las empresas
General Electric, Massachusetts Institute of Technology,
Northrop Grumman y
Boeing Company. Las cuatro
corporaciones presentaron informes diferentes, gracias a los cuales
la NASA tiene intención de buscar los temas comunes que den pistas
del futuro en el transporte aéreo. En este sentido se puede destacar
que las cuatro empresas consideran que la velocidad de crucero de
las aeronaves se reducirá, que los motores de los aviones requerirán
menos potencia para su despegue y vuelo, las pistas de aterrizaje
serán más cortas para aumentar la capacidad de funcionamiento y
eficiencia, las aeronaves serán más pequeñas y se desarrollarán
nuevos mecanismos de gestión de tránsito aéreo.
Las compañías seleccionadas
Una de las compañías seleccionadas para idear los posibles
aviones del futuro es
Lockheed Martin. Esta empresa es conocida en Estados Unidos de
América por desarrollar productos bélicos. De hecho, tal y como
muestran en su información corporativa, Lockheed Martin emplea a más
de 70.000 ingenieros y científicos en la creación de soluciones
innovadoras para los problemas de seguridad mundial de hoy y de
mañana. No obstante, la empresa se ha reconvertido y desarrolla
tecnología, ingeniería y productos de innovación tanto para el
sector aeroespacial civil o militar, así como para mercados
emergentes tales como la seguridad cibernética, la salud, la energía
y el cambio climático.
Otras de las compañías,
Northrop
Grumman Corporation, tiene un perfil semejante a la anterior.
NOC es una compañía global de seguridad con 120.000 empleados cuyos
sistemas de seguridad y sus productos también se encuentran muy
diversificados. De hecho, sus soluciones empresariales van de la
industria aeroespacial, a la electrónica, pasando por los sistemas
de información, la construcción naval y los servicios técnicos y
comerciales. No obstante, su vinculación con el ámbito militar
también es muy fuerte. Tanto es así que dentro de los productos que
comercializan nos encontramos con misiles, portaviones nucleares,
destructores, etc.
La tercera empresa es
Boeing que
no necesita presentación dada su gran relevancia internacional. Esta
empresa ha trabajado en diversas ocasiones con la NASA y desde hace
muchos años. De hecho,
por ejemplo, la sonda espacial Gravity Probe B, un satélite de
la NASA cuya misión es verificar dos aspectos clave de la Teoría de
la Relatividad de Einstein, ha sido lanzada a bordo de un cohete
Delta II de Boeing.
Teniendo presente la realidad de estas empresas es factible
pensar que los proyectos presentados también puedan dar idea no sólo
de la evolución futura del transporte aéreo civil sino también del
militar. Fuente
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