Doce hoteles, seis casinos, un teatro para miles de espectadores,
restaurantes y campos de golf, una inversión de casi
17.000 millones de euros,
la creación de 261.000 empleos,
cinco millones de turistas potenciales...
El proyecto no es precisamente modesto, como tampoco lo es su
promotor, un multimillonario estadounidense de 78 años llamado
Sheldon Adelson, cuya
fortuna, labrada en los tapetes, las máquinas tragaperras y las
suites de lujo de los grandes
casinos, le ha llevado a convertirse en
el 16º hombre más rico del planeta.
Adelson, uno de los grandes magnates mundiales del juego, se ha
propuesto construir en Madrid el mayor centro de ocio de Europa y,
aunque su proyecto implicaría
modificar un buen puñado de leyes (urbanísticas, laborales,
fiscales y hasta de extranjería), parece que esta vez, a diferencia
de otros proyectos similares malogrados, como los de La Mancha o Los
Monegros, la cosa va más en serio.
Será, de salir adelante, lo que se conoce ya como 'el Las Vegas
europeo' o 'EuroVegas', un
macrocomplejo de entretenimiento pensado al estilo de la propia Las
Vegas original, en Estados Unidos, o de Macao, en China; algo que, a
ese nivel, no existe aún en Europa.
El lugar elegido sería, en principio, la zona de
Valdebebas, un desarrollo urbanístico todavía en construcción
del municipio de Madrid, situado al norte del Campo de las Naciones
y al este de Sanchinarro, y que ocupa parte de los distritos de
Hortaleza y Barajas.
De momento, el Gobierno madrileño ya ha dejado claro que
cambiará las leyes que haga falta
para favorecer el proyecto. No obstante, se trata de modificaciones
legales profundas, y no todas competen al ejecutivo de Esperanza
Aguirre. Algunas afectan al
Ayuntamiento de Madrid y sobre otras, las más importantes,
tendrá que decidir el Gobierno
central. Las tres administraciones, en cualquier caso, son
ahora del mismo color político.
A la polémica suscitada por estos posibles cambios normativos,
fruto de las extraordinarias condiciones planteadas por Adelson para
montar su emporio, se suman las dudas sobre la
procedencia del dinero que
se invertiría. Las mayores ganancias de
Las Vegas Sands, el grupo empresarial de Adelson, proceden
actualmente de Macao, un lugar en el que, según informes del
Gobierno de EE UU desvelados por Wikileaks,
la relación entre los casinos y la mafia china es un hecho.
En el otro lado de la balanza, sin embargo, la tentación es
grande: De cumplirse las expectativas de empleo prometidas, y según
dijo Aguirre, cuyo entusiasmo por el proyecto no es ningún secreto,
"más de la mitad de los madrileños
que hoy están desempleados dejarían de estarlo".
Estas son las claves de uno de los proyectos empresariales más
ambiciosos, y también más controvertidos, de los últimos años en
España.
¿En qué consiste el proyecto?
La idea del grupo empresarial Las Vegas Sands es construir en
Europa una "capital del juego"
al estilo de las existentes en Norteamérica (Las Vegas) y Asia
(Macao), y el lugar elegido para ello es España y, concretamente,
Madrid.
El proyecto supondría la inversión de
16.900 millones de euros y
la creación de 261.000 puestos de trabajo, de los que
164.000 serían empleos directos
y unos 97.000, indirectos.
Este nuevo macrocentro de ocio tendría, de aquí a unos trece
años, doce hoteles (con
unas 35.000 habitaciones), seis
casinos (con 1.065 mesas y 18.000 máquinas recreativas),
varios teatros con
capacidad para miles de espectadores, tres
campos de golf, decenas de
restaurantes y hasta un
escenario de 15.000 butacas.
El plan consiste en construir primero un gran casino e ir
reinvirtiendo después el dinero que genere en el resto de las
instalaciones.
¿Por qué en Madrid?
Un proyecto de esta naturaleza necesita que el lugar elegido para
llevarlo a cabo cumpla, como mínimo, cuatro condiciones básicas:
Mucho espacio para
construir, buen clima, la
cercanía de un gran aeropuerto
y una legislación favorable.
Las tres primeras se cumplen ya en el desarrollo urbanístico
madrileño de Valdebebas, que sería el que más posibilidades parece
tener para acoger el macrocentro de Las Vegas Sands. La cuarta es la
que se está negociando.
Antes de decidirse por Madrid, el grupo de Adelson entabló
conversaciones con varias comunidades autónomas, incluida
Cataluña. La negociación con las autoridades catalanas giró
en torno a la instalación del proyecto
en el área de Barcelona, cerca del aeropuerto de El Prat.
¿Desde cuándo se está planteando?
El proyecto lo adelantó el propio Adelson el pasado 17 de febrero
en el diario británico The Daily Telegraph, al
expresar su deseo de construir un 'mini Las Vegas' en España, al que
quería poner el nombre de "Euro-Vegas" o "Europa Vegas". Según
Adelson, la empresa tenía previsto realizar la inversión
hace años, pero el estallido de la crisis económica y la
mala situación financiera de la propia compañía le obligaron a
posponer los planes. El 2 de noviembre, el vicepresidente de la
Comunidad de Madrid, Ignacio
González, confirmó que las conversaciones con Las Vegas
Sands estaban "muy avanzadas".
González dijo entonces que se trata de un proyecto
"grande y muy complicado"
que requiere "hacer cambios
normativos para adaptar las normas urbanísticas", y admitió
asimismo que las partes todavía no habían llegado a un acuerdo
definitivo. La Comunidad llevaría negociándolo más de
dos años y medio.
Para las conversaciones y negociaciones en torno a este complejo
se ha creado una comisión mixta
formada, entre otros, por representantes del Gobierno central, de la
Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de la capital.
¿Cuáles son las principales exigencias del
empresario?
La promesa de empleo y revitalización económica que acompaña al
proyecto lleva aparejadas numerosas condiciones que requieren
grandes cambios legales e importantes concesiones por parte de las
tres administraciones implicadas. Adelson exige, entre otras cosas,
que se reubique el vertedero
de
Valdemingómez (el mayor basurero de España), que se le regalen
5,8 millones de metros cuadrados,
que se le exima del pago de numerosos
impuestos, que se le permita aplicar un
régimen laboral especial, libertad total de horarios
comerciales y hasta que no esté
prohibido fumar en sus casinos.
Una de las peticiones más significativas es su pretensión de que
se modifique la
Ley del Juego de la Comunidad de Madrid para introducir la
figura del "junket"
(personas o grupos que se encargan de
captar jugadores y que
cobran a comisión de los casinos para los que trabajan, en
condiciones muy favorables y a menudo sin pagar impuestos), y para
incluir también sistemas especiales de apuestas para jugadores
VIP, origen de buena parte de sus beneficios en su complejo de
Macao.
Además, Adelson quiere que se permita
jugar a crédito (algo expresamente prohibido en la
legislación actual, y castigado con multas) y que se cambie la
Ley estatal de Enjuiciamiento Civil en lo que respecta a la
ejecución de deudas de
juego.
Muchas de estas peticiones, como el traslado de Valdemingómez o
modificaciones en los aranceles (algo que compete a la Unión
Europea), parecen directamente inviables, pero otras están sobre la
mesa de negociación.
¿Qué leyes habría que cambiar?
Adelson reclama una "relajación
de los convenios colectivos", lo que obligaría a modificar
el
Estatuto de los Trabajadores; pide reuniones periódicas entre
empresa, sindicatos y Ministerio de Trabajo para resolver litigios,
para lo que habría que cambiar la
Ley de Procedimiento Laboral; y reclama que se aceleren los
procesos de concesión de permisos
de trabajo y residencia para trabajadores extranjeros, un
trato preferente para su
empresa en lo que respecta a la concesión de visados y
modificaciones en la exigencia de certificados penales, para todo lo
cual habría que modificar la
Ley de Extranjería.
Además, según Adelson, las cuotas actuales a la
Seguridad Social en España son "demasiado elevadas", por lo
que el empresario pide "dos años de
exención en su abono, seguido de una reducción del 50% en
los siguientes tres años.
Según informó El País, también quiere incluir
en las ayudas europeas para “trabajadores desfavorecidos” a los
menores de 30 años, y
exige la financiación de hasta el 60% de los gastos de formación a
empleados, y del 100% de sus inversiones en mejora medioambiental
durante cinco años. En sus peticiones incluye asimismo recibir
subvenciones al empleo por
los puestos indirectos calculados durante la construcción del
complejo.
Otra de las leyes que se vería afectada sería la de
blanqueo de capitales.
Adelson pretende que solo se obligue a identificar al cliente cuando
quiera comprar o cambiar fichas por valor superior a 2.000 euros, y
eliminar el requisito de hacerlo también cuando el jugador
transfiere al casino fondos para poder apostar.
Eso sin contar los cambios que sería necesario hacer en la
normativa que rige los impuestos, ya que, entre otras cosas, el
empresario pretende que los premios ganados
tributen en el país de residencia del jugador, pide una
bonificación del 95% del
impuesto sobre transmisiones patrimoniales y solicita
diez años de exención del impuesto sobre bienes inmuebles.
¿Qué más pide?
La lista de Adelson es interminable.
Como detalla el diario El País, entre las
peticiones del magnate se encuentra asimismo una
nueva estación de metro
con tarifa urbana, que la red de Cercanías llegue hasta los casinos
y hasta Barajas, conexión con el
AVE, un nuevo intercambiador,
nuevos accesos desde las
carreteras cercanas, que se eliminen o se entierren las
infraestructuras de gas, agua y electricidad, la eliminación de los
asentamientos ilegales cercanos, que se refuercen los
servicios públicos y de emergencias, wifi en todo el complejo...
En lo que respecta al suelo, el empresario llega a pedir al
Gobierno regional y al Ayuntamiento
que le cedan todo el suelo público que poseen en la zona, y
que "ubiquen las viviendas protegidas en otros emplazamientos".
Además, solicita al Gobierno regional una ley que le otorgue un
periodo de exclusividad de 10 años y pretende que se
permita la entrada a los casinos a los
menores de edad, a las
personas incapacitadas legalmente y a aquellos apuntados
voluntariamente en un registro para que no se les deje acceder a
estos establecimientos.
¿Qué han dicho las administraciones
implicadas?
La Comunidad de Madrid ha indicado que, dentro de sus
competencias, hará "las
modificaciones reglamentarias, legislativas o del tipo que sean"
para favorecer el proyecto. La presidenta regional,
Esperanza Aguirre, recordó que la idea de Sheldon Adelson "no es
nueva", y que desde 2008 se han sucedido
"numerosísimas reuniones"
con representantes de la Comunidad para estudiar las posibilidades
de ejecución del plan. Aguirre aseguró que
"varios ayuntamientos" se han interesado en este centro de
ocio y que, "aunque el cuerpo le pedía contar cuáles eran", prefería
seguir la recomendación de su vicepresidente, Ignacio González, y no
desvelar el nombre de ninguno de ellos. "Es una cosa muy seria que
nos afecta a todos", dijo.
El Ayuntamiento de Madrid, por su parte, se ha mostrado
más ambiguo. En respuesta
a una pregunta de UPyD en la
Comisión municipal de Urbanismo, y a pesar de las declaraciones
de Aguirre, la delegada del área, Pilar Martínez, dijo que el
Gobierno municipal "no se pronuncia
sobre la viabilidad del proyecto porque entiende que las
administraciones competentes, la Comunidad de Madrid y el Estado,
tampoco lo han hecho". Posteriormente, sin embargo, Martínez expresó
su confianza en que finalmente sea Madrid "la ciudad del sur de
Europa que elija el propietario del grupo Las Vegas Sands para
levantar su complejo de ocio".
Por último, el entonces ministro de Industria, Miguel Sebastián,
dijo el pasado 3 de noviembre que
no veía "mal" la posibilidad de abrir una especie de
mini-Las Vegas en Madrid. Sebastián pidió
"cautela" ("no hay que
lanzar las campanas al vuelo", dijo), porque se trata de una
iniciativa que aún "no está madura", pero destacó que Las Vegas
Sands es "la mejor compañía del
mundo en este tipo de proyectos" y aseguró que el
Ministerio estaba en contacto permanente con el Gobierno de la
Comunidad de Madrid . "Es verdad que las negociaciones están ahí y
que ojalá se pueda llegar a un
acuerdo, porque puede suponer la llegada de muchos millones
de turistas y puede crear empleo", manifestó. "Es pez, pero no
pescado", concluyó.
¿Quién es Sheldon Adelson?
El presidente y principal accionista del grupo empresarial Las
Vegas Sands Corp. nació en Boston (EE UU) en 1933. Reside en Las
Vegas y actualmente es dueño de una fortuna que
la revista Forbes calcula en 21.500 millones de dólares,
lo que le convierte en el 16ª
hombre más rico del mundo.
Hijo de inmigrantes lituanos, Adelson
empezó vendiendo periódicos
y a los 45 años era ya dueño de una las mayores ferias de
ordenadores del mundo (Comdex),
un negocio que le permitió abrir en Las Vegas, en 1999, el gran
hotel-casino
The Venetian, el mayor de su tipo en todo el contienente
americano, con más 4.000 habitaciones, y cuyo costo inicial fue
superior a los 1.000 millones de dólares. El Venetian se convirtió
en la base de Las Vegas Sands.
La empresa pasó una grave crisis y
rozó la bancarrota, pero
la fortuna personal de Adelson y, sobre todo, la buena marcha de sus
negocios en Macao (la única ciudad de China donde se puede apostar,
y que
supera ya a Las Vegas como capital mundial del juego) la sacaron
a flote.