No es su única canción célebre, al menos en su país, donde su
primer sencillo, Do It Like A Dude, la hizo acreedora en
2010 de la marca
Sonido del 2011
con la que la cadena BBC distingue al
artista más prometedor del año siguiente.
"Ser nombrada 'el sonido de 2011' te hace querer ser el sonido de
2011. Las expectativas del mundo se dirigen de repente hacia ti,
preguntándose: '¿Quién es esa chica?'", cuenta esta joven de 23
años, llamada en realidad Jessica
Ellen Cornish, que antes de hacerse famosa, compuso otras
canciones conocidas, como Party In The USA, de Miley Cyrus.
En esas estaba, escribiendo Do It Like A Dude, cuando se
dio cuenta de que tenía un ritmo "a
lo Rihanna". Se la envió a la discográfica para que le
aconsejara si remitírsela a la caribeña o convertirla en su primer
sencillo, y ellos le dijeron: "Este es tu primer single".
Así tomó forma el fenómeno Jessie J, con un disco llamado Who
You Are, que se reedita ahora con temas nuevos y que dice que
comenzó a gestarse con 17 años,
cuando compuso su primer tema y soñaba con grabar algún día este
álbum, el debut más vendido de 2011 en Reino Unido.
"No he tenido tiempo de celebrarlo. Supongo que brindaré cuando
regrese con mi familia por Navidad. Estoy realmente orgullosa de mí
misma, de mi equipo, de mis seguidores, de mi música y del hecho de
que me prometí hacerlo y lo he hecho", dice.
Su secreto, un disco basado en sus experiencias y en una forma de
componer entre el pop y el rythm and blues, libre de restricciones y
abierta a todo tipo de inspiración, siguiendo la tesis de que
"la música es música", de lo que resulta un conjunto
ecléctico, con reminiscencias a Rihanna, Katy Perry y
Ellie Goulding.
"Podría entrar a hacer una canción para Mary J. Blige y que
sonase como Björk", añade ella, que no renuncia a seguir escribiendo
para otros.
"Todo lo que puedo hacer es ser yo misma. Si a la gente le gusta,
bien; si no, no voy a dedicar mi vida a hacer feliz a gente que a lo
mejor no lo será nunca con lo que hago", afirma ella, con la misma
seguridad que le ha permitido
declarar con naturalidad su bisexualidad.
"Creo que no ofendí a nadie con ello. Si puedo ser un modelo a
seguir para jóvenes que quieren vivir su sexualidad con libertad,
estoy feliz", puntualiza.
En España, comienza a abrirse camino con actuaciones tan
celebradas como su reciente participación en los últimos Premios 40
Principales, en los que mostró su
potencia vocal y que está prácticamente recuperada de la
grave lesión en una pierna que se produjo durante un ensayo el
pasado verano.
"Fue una mala época para mí, pero ya pasó", dice la artista, que
se vio forzada a actuar sentada en un trono en la ceremonia de los
Video Music Awards de la cadena MTV, pero que prefiere nutrirse,
como en sus canciones, dice, "de la
búsqueda de esperanza".
De eso trata Domino, su último sencillo
y "el más divertido",
incluido en la reedición, que surgió de un momento de agonía y
dolor, encerrada en el estudio y sumida en un mar de lágrimas. "No
me sentía sexy ni libre y pensé que a veces te hace falta un tema
así para volver a sentirte bien en las malas ocasiones", cuenta.
"Soy un ser humano con sentimientos, no un muñeco de la
industria", reivindica esta artista, que no lleva bien a las prisas
y que afirma rotunda que su segundo disco "saldrá cuando esté
listo".