El Zaragoza tiene una deuda de 134 millones de euros. En un
regate para no descender a Segunda y como una posible vía para
recuperarse económicamente, se acogió en junio al mayor concurso de
acreedores del fútbol español.
Pero, pese a sus penurias, el club que preside Agapito Iglesias
presentó ayer su último fichaje, el portero Roberto, por el que se
ha pagado oficialmente 8,6 millones al Benfica. Se trata del séptimo
fichaje nacional más caro del año, tras los de Coentrão (30), Alexis
Sánchez (26), Cazorla (20) y Sahin, Varane y Toulalan (10). Y del
tercer meta más costoso, después de De Gea (al Manchester United por
20 millones) y Courtois (cedido al Atlético por el Chelsea, que se
lo compró por 9 al Genk). Pero, como el fútbol vive en su propia
burbuja, ese dinero no lo ha invertido el Zaragoza, sino un
fondo de inversión en el que, según numerosas fuentes consultadas,
participa el intermediario Jorge Mendes, agente, entre otros muchos,
de José Mourinho y Cristiano Ronaldo.
Como es una sociedad cotizada, el Benifca comunicó el montante
del traspaso al regulador bursátil portugués. Los 8,6 millones de la
operación escandalizaron al mundo del fútbol y merecieron la crítica
tanto de la AFE como de buena parte de la patronal. Pero la
operación tiene truco. Al Zaragoza le sale por algo menos de 300.000
euros, que pagará en dos plazos, más el salario del futbolista, que
ronda los 800.000 anuales, y 84.000 euros más por los derechos
federativos para que pueda jugar en el equipo de La Romareda. El
resto corre a cargo del fondo de inversión de Mendes. Aunque el
Zaragoza no quiso dar a conocer el nombre del fondo, Mendes
participa en Quality Sports Investment, en el que también figura
Peter Kenyon, exdirector deportivo del Manchester United y del
Chelsea. Una novedad que está dentro de la legalidad y que abre un
nuevo abanico de posibilidades para los equipos al borde de la
quiebra.
El rastro de este fondo, que ya intentó sin éxito comprar el
paquete accionarial de Enrique Cerezo en el Atlético, lleva hasta la
isla de Jersey, un territorio británico famoso por su potente sector
financiero y sus ventajas fiscales. En la Comisión Financiera de
Jersey hay tres sociedades y dos fondos registrados bajo ese nombre.
La primera, el 24 de noviembre de 2010, y la última, un fondo, el 20
de junio de este año. Todas ellas llevan al número 13 de Castle
Street de Saint Helier, la capital, donde tiene su sede un grupo
especializado en la gestión de este tipo de activos. En el registro
no es posible consultar quiénes son los inversores.
El fondo que ha participado en la adquisición de Roberto compró
los derechos económicos del portero al Benfica por 8,6 millones
(100.000 euros más que lo que pagó el club portugués el verano
pasado al Atlético). Y el mismo fondo se lo cede al Zaragoza. Las
cuentas son simples. Si se divide el precio del fichaje por los
cinco cursos que dura el contrato, se le restan los 300.000 euros de
la cesión y se le suman unos 200.000, que es el seguro de vida del
futbolista (12% del total del traspaso), el resultado es de
1.620.000 euros. "Es una apuesta de riesgo, pero a nosotros no nos
toca valorar eso, sino que lo nuestro es velar por la seguridad del
Zaragoza", respondieron desde Laes Nexia & Castillero Auditores, la
empresa encargada del concurso del Zaragoza, que ha dado el visto
bueno a la operación. Lo que no se dice, pero se da por seguro, es
que el portero debe ser titular para intentar revalorizarlo. Es el
fondo el que decide cuándo y por cuánto se vende al futbolista, toda
vez que el club se queda solo con los derechos federativos, pero no
con los económicos ni los de imagen. En muchos casos similares, los
gestores del fondo exigen colocar en los clubes donde invierten
a jugadores de su cartera, que luego son traspasados a su antojo.
"Es algo novedoso en el sentido de que se cede al jugador y no se
compra parte de sus derechos", dijo Francisco Checa, director
general del Zaragoza; "ha habido bastantes operaciones, sobre todo
con sudamericanos, en las que empresas y fondos mantienen parte de
los derechos". El club, en un comunicado, no dio más detalles, pero
aseguró que con ella "gana el Zaragoza en términos deportivos, ganan
los aficionados y seguidores y gana la propia Liga al tener una
mayor competitividad sin generarse con ello posibles deudas entre
clubes".
Otras entidades han intentado movimientos parecidos. En el
pasado, Daniel Sánchez Llibre, entonces presidente del Espanyol,
enfrascado también en problemas económicos, compró parte de Zabaleta
y el accionista Sebastian Javier adquirió a Luis García. Mateo
Alemany intentó crear un fondo hace unos años con los jugadores del
Mallorca y Manuel Ruiz de Lopera, cuando estaba al frente del Betis,
también cedía a los futbolistas a través de una de sus empresas.
La diferencia en el caso de este fondo es que funciona como
cualquiera de inversión. El folleto para captar inversores iba
dirigido a grandes fortunas de Estados Unidos y del sudeste
asiático, fundamentalmente, a los que se pedía un millón de euros y
se les prometía una rentabilidad anual del 10%, asegura un
profesional español que lo ha tenido en sus manos. Lo lógico es
pensar que cuenta con una cartera de jugadores importante -la de
Mendes, entre otros- y que es capaz de compensar inversiones
ruinosas con algún pelotazo.
Esta fórmula, legal en Portugal, España y Turquía, está prohibida
en Inglaterra. La Premier multó al West Ham porque los
derechos de Tévez y Mascherano, llegados del Corinthians, brasileño,
pertenecían a Media Sports Investments, un fondo que podía forzar la
venta si la oferta alcanzaba cierto precio, como así fue con el
Liverpool y el Manchester United. Desde entonces, se prohibió lo que
se conoce como la Third Party Ownership (Derechos de Terceras
Personas). Pero en España, donde hay 15 clubes en concurso, está
permitido, aunque la operación del Zaragoza desatara ayer una
tormenta en distintos sectores. La Liga, a la que el club aragonés
debe 1,6 millones, anunció que no se adherirá al convenio de
acreedores, lo que significa que no admitirá ni rebajas en la deuda
ni aplazamientos.