CONSEJOS PARA GANARSE AL JEFE
Se denomina 'manage up' y en Estados Unidos hace furor.
Poco apto para personas con altas dosis de dignidad, los artistas de
esta técnica afirman que no se trata de manipular, sino de que ambas
partes ganen.
No importa demasiado que seáis excelentes profesionales; tampoco
mucho los resultados concretos de vuestro trabajo. No llegaréis a
ningún sitio hasta que no seáis expertos en manage up".
Visto y oído en Path to power (Pasos hacia el poder),
una de las clases más populares de la Escuela de Negocios de la
Universidad de Stanford. Aquí han cursado sus MBA la mitad del
consejo de administración de Google y buena parte del de Facebook.
Así que pongamos atención. Manage up es el arte de
relacionarse con los jefes y los jefes de los jefes, de moverse en
las alturas. Según el Urban Dictionary (www.urbandictionary.com),
un sarcástico volumen sobre la jerga americana en uso, es "el
procedimiento de manejar o dirigir a tu superior de manera que tus
colegas y tú podáis hacer vuestro trabajo sin interferencias". No
hay traducción al castellano para el término.
Sarcasmos aparte, los futuros directores generales se
toman muy en serio esta materia para alcanzar sus metas, que no son
modestas. Todos ellos quieren ser los líderes mundiales de algo. Y
lo primero que aprenden es a no confiar en exceso en sus habilidades
técnicas y a creer en las bondades del manage up. Lo
siguiente es meterse en la cabeza que no importa lo que haga su
jefe, es uno mismo el que debe encontrar el camino para ponerlo de
su parte.
Advertencia: algunas técnicas no son aptas para personas dotadas
genéticamente con altas dosis de dignidad.
En Estados Unidos se han escrito cientos de libros sobre el
asunto, y sus autores afirman que el don con que parecen haber
nacido algunas personas de hacer de un jefe un amigo se aprende.
Una de las más conocidas expertas en manage up es
Yael Zofi. Trabajaba en una gran multinacional y tenía un jefe con
quien mantenía una comunicación constante, pero asimétrica. Ella
escribía correos largos y prolijos. Su jefe contestaba siempre con
monosílabos. Alguien le aconsejó que ajustara su estilo comunicativo
al de su jefe. Ella empezó a enviarle listas brevísimas. Aunque él
no dio señales ni positivas ni negativas sobre el efecto que produjo
este cambio, el día que su jefe llamó a Yael al despacho fue para
ascenderla. Final feliz. Yael lo cuenta así para demostrar que una
de las reglas de oro es adaptarse a los puntos flacos del jefe.
Los verdaderos artistas del manage up no se limitan a ser
lo que Jill Geisler, otra experta en el tema, llama seguidores
alienados ("yo hago lo que me dicen"), sino aquellos que se
convierten en imprescindibles porque trabajan como nadie, dedican
tiempo a conocer por dónde respira el jefe y son capaces de
adelantarse a sus deseos, aun cuando estos cambien de una semana a
la otra. Casi nada, ¡un arte!
En Stanford lo resumen en cinco pasos:
1. Estar en el radar. Usted puede estar ocupado, ser
introvertido, odiar la autopromoción, pero tiene que hacerse ver.
"Los buenos jefes", y es cita literal del manual, "saben que el buen
trabajo no habla por sí mismo". Así que hay que hacer algo más para
que los éxitos se hagan evidentes.
2. Tener muy claras sus prioridades (las del jefe; las
suyas son ganárselo a él). Necesariamente no le serán comunicadas.
Tiene que averiguarlas. Preguntar y conseguir respuestas claras, lo
cual no siempre está garantizado. No asumir que sabe y, sobre todo,
no asumir que lo que sabe no ha cambiado desde la última vez.
3. Adaptarse a su estilo de trabajo. Si prefiere
comunicarse por correo electrónico o le va más el cara a cara. Si se
planifica o trabaja bajo presión. El objetivo final es adaptarse a
él como un guante.
4. Ver más allá de su cortijo. Necesita estar informado de
todo el universo que rodea a la empresa, las tendencias de la
industria, los precios del mercado. Sea curioso, busque, lea. No
importa que su territorio profesional se limite, pongamos por caso,
a la informática. Para ser un experto en mana-
ge up hay que saber hacer preguntas interesantes.
5. Ser conocido por las soluciones y no por los problemas.
Aunque todos sabe-
mos que es más fácil quejarse y ver defectos en todas partes, hay
que hacer un ejercicio de contención. No hay que convertirse en una
máquina de fabricar excusas e intentar tener disponibles una
solución o dos cada vez que se va a plantear un problema. Es
importante que las soluciones propuestas no supongan un esfuerzo
para nadie más que para usted.
Esta es una versión reducida de las técnicas de este arte.
Otros expertos, como Katherine Crowley y Kathi Elster, autoras del
libro Trabajar contigo me está matando (...) (La Esfera de
los Libros, 2008), insisten en que hay que hacerse visible por todos
los medios y que debe intentar fijar un encuentro de 15 minutos cada
semana. Se trata de que su jefe le ponga cara y nombre para dejar de
ser uno más. También recomiendan superar la actitud defensiva cuando
alguien pregunta por el estado del trabajo. "Hay que estar listo
para soltar el discurso con una sonrisa. Cuantas veces sea
necesario", advierten.
Algunos se preguntan si todo esto no se parece demasiado a
manipular a alguien, en este caso a su jefe, para tenerlo de su
lado. Pero Wayne Turk, asesor de varias empresas en este tópico (hay
un ejército de personas dedicadas profesionalmente al manage up
en Estados Unidos), lo niega. Dice que "es el modo de llegar a una
win win situation entre el superior y el empleado". Esto es:
que ambas partes ganen.
Intentarlo una y otra vez
Además de las técnicas mencionadas, existen otras más
arriesgadas que recomiendan decir "no" de vez en cuando. La
condición inexcusable es que se haya dicho "sí" a los
asuntos que son prioritarios para el jefe. "Esta manera de
actuar supone que cuando se diga 'no', el jefe apreciará que
usted sabe enfocarse en sus necesidades", explica Yael Zofi.
Aún más extrema es la recomendación "hable su mismo
lenguaje". Sin metáforas, en el sentido más literal. Con
esta máxima los expertos se refieren a que hable como el
jefe, empleando incluso sus mismas palabras.
El mensaje es claro: deje de soñar cada noche que
consigue hacer desaparecer a su jefe y entre en su universo.
Si le deja. Si no lo consigue, vuelva a intentarlo. Fuente
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