En su más reciente informe técnico
sobre Irán, la agencia nuclear de la ONU reitera además su
preocupación por las posibles
dimensiones militares del programa atómico iraní, bajo
inspección internacional desde hace siete años.
El documento restringido añade que
Irán sigue violando todas las
resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas y de la Junta de Gobernadores de la agencia atómica.
Desde hace años, ONU y OIEA exigen
que Irán suspenda su programa
de enriquecimiento de uranio, que congele la construcción de un
reactor de agua pesada y aplique un régimen especial de
inspecciones, entre otros asuntos.
Cuatro rondas de sanciones
Desde 2006, el Consejo de Seguridad
de la ONU ha dictado cuatro rondas
de sanciones diplomáticas, comerciales y nucleares contra
la República Islámica, con el objetivo de impulsar un acuerdo
dialogado con Teherán.
"Irán
no ofrece la cooperación necesaria
para permitir al organismo confirmar que todos sus materiales
nucleares son destinados a actividades pacíficas", lamenta en el
informe el director general del OIEA, el japonés Yukiya Amano, que
declara que es "esencial que Irán coopere en estos asuntos".
Un diplomático cercano al OIEA
destacó este lunes que "no ha habido
ningún tipo de progreso en cuanto a las posibles
dimensiones militares del programa nuclear", que desde hace años
investiga la agencia nuclear sobre la base de información recibida
de EE UU y varios aliados europeos.
Irán afirma que estas alegaciones,
que entre otros asuntos hablan de posibles experimentos con
explosivos especiales, son falsas y manipuladas, por lo que
se niega debatir el asunto
con el organismo nuclear de la ONU.
Según el más reciente recuento del
OIEA, Irán ha producido desde febrero de 2007 un total de
2.803 kilos de uranio poco enriquecido (con una pureza
inferior al 5%), unos mil kilos más que en noviembre pasado, lo que
se corresponde con el ritmo de producción alcanzado en los últimos
dos años y medio.
Control del proceso
De estas reservas almacenadas por
Irán, unos 310 kilos han sido utilizados para producir unos 22 kilos
de uranio enriquecido hasta el 20%, con los que pretende fabricar
combustible para un reactor
científico en Teherán. Los expertos creen que al enriquecer
uranio hasta esos niveles, avanzan en sus conocimientos sobre la
forma de controlar el proceso para purificar uranio hasta el 90%, lo
que le permitiría fabricar bombas atómicas.
Se estima que con una tonelada de
uranio poco enriquecido se consigue suficiente uranio altamente
enriquecido para fabricar una bomba
atómica.
EE UU y la UE temen que, bajo el
paraguas de un programa civil, Irán esté desarrollando las
capacidades para hacerse con materiales de fisión para poder
construir una bomba. Teherán rechaza estas alegaciones y
dice que su programa atómico sólo tiene intenciones pacíficas.