El paciente, que ha llegado a pesar 280 kilos, ha explicado que
desde que nació ha sido obeso, pero que su gordura
se convirtió en problema a partir
de los 15 años, cuando en poco tiempo dobló de peso. "Ahora
-ha dicho- no puedo trabajar ni hacer ninguna actividad y quiero
adelgazar para volver a trabajar en el aeropuerto en el que tenía un
trabajo, y porque tengo novia y quiero llevar una vida normal".
Moreno, que tiene otros
familiares con el mismo problema, entre ellos una hermana
de 19 años que también se ha operado para tratar el problema de
obesidad que padecía, será intervenido el próximo jueves día 30 en
la clínica Teknon de
Barcelona por el equipo del doctor Carlos Ballesta. Según este
experto, el paciente tiene todos los problemas de salud asociados al
gran sobrepeso que padece, como hipertensión y diabetes, y una
hipertrofia ventricular con una dilatación auricular y una
insuficiencia mitral que pone en riesgo su vida, debido al alto
riesgo de infarto que tiene.
El doctor Ballesta tiene una gran experiencia en este campo, ya
que ha operado a unas 3.000
personas con obesidad mórbida. Un paciente de Paraguay que
pesaba 317 kilos, al que intervino hace tres años y que ahora pesa
unos 90 kilos, ha sido el caso más severo de obesidad que ha
tratado. Ha asegurado que en los últimos años se ha incrementado la
gravedad de la obesidad de los pacientes que trata, y que "esta
situación va en aumento porque cada vez hay más niños y más
adolescentes obesos".
Hasta el año 2005, según los datos del Centro Laparascópico del
doctor Ballesta, el promedio de peso de los pacientes que se
operaban estaba entre 130 y 150
kilos, y lo máximo eran unos 210, pero actualmente la media
está en 180-190, lo que significa que hay muchos pacientes con más
de 200 kilos de peso que pasan por el quirófano. De los 550 casos
operados en este centro entre 2007 y 2009, la edad media de los
intervenidos se situaba en casi 39
años, y el 69% eran mujeres.
En los últimos cinco años la
mortalidad por la intervención, que se hace mediante
laparoscopia, ha sido de cero, y que sólo hubo complicaciones
mayores en 50 casos, que suponen el 9% de los operados, y menores en
otros 25, que representan un 4,5%. Entre el año 2002 y el 2006, los
pacientes operados en este mismo centro ascendieron a 1.200 y de
todos ellos siete no superaron el proceso de intervención por
distintas causas, lo que supone una mortalidad del 0,58%, una tasa
que para Ballesta es muy baja ya que se considera centro de
excelencia al que está por debajo del 1%.
A Gustavo Moreno se le operará vía laparoscopia a través de cinco
pequeñas incisiones en el abdomen por las que se introducirá el
material que hará posible reducir
su estómago y que luego se unirá directamente con partes
lejanas del intestino, una técnica que se denomina mixta. Un año
después de que el peso de Gustavo se estabilice en unos cien kilos,
tendrá que operarse otra vez, pero esta vez para eliminar la piel
que le sobre.