EL BELEÑO - PLANTAS
Belladona, beleño,
estramonio y mandrágora quizá sean las cuatro plantas poseedoras de
mayor renombre y fama como tradicionales plantas venenosas y
mágicas. No hubo brujo ni bruja de la Edad Media o en los
turbulentos días de la Inquisición, que ignoraran alucinógenos de
tan gran reputación. Para su desgracia, el uso y abuso de tales
hierbas acabó acarreándoles la peor de las muertes en la hoguera,
siendo su único delito el consumir las drogas fuertes de moda en
aquel momento.Estas plantas pertenecen a la familia
de las solanáceas y han sido objeto de creencias, leyendas y fábulas
de todo tipo, jugado un papel importante dentro de la cultura
popular europea. Ya desde la antigüedad eran empleadas por los
celtas, que las utilizaban en su “Filtro de Cirse” (compuesto por
beleño, belladona y estramonio), o por los druidas y hechiceras en
sus pociones "mágicas". También han estado muy emparentadas con la
brujería y durante la Inquisición estaba prohibido su consumo. Tal
vez este alto grado de difusión esté motivado por la germinación de
estas plantas en cualquier lugar y clima.
Cuando se estudia la historia de las
ciencias, especialmente sus puntos de contacto con la brujería y con
la magia, hay que comprender que el uso de sustancias vegetales,
minerales o animales combinadas entre sí en algunas de sus partes a
menudo eran más molestas que inofensivas; ejercían un papel muy
importante sobre los órganos de las personas que se creían
embrujadas, la imaginación y el ánimo de los que están influenciados
por esta planta del beleño parecen ser transportados a otro mundo,
experimentan sentimientos particulares en su cerebro, los músculos
faciales se contraen, todo en ellos describe una situación de
terror, sin embargo hay algunos que despiertan bruscamente y huyen
lanzando gruñidos, jadeando y se encierran presos del miedo, la
influencia del enervamiento los lleva a la situación de sueños
fantásticos debido a la absorción de los filtros mágicos.
Los magos se servían de la infusión
de los granos del beleño, los usaban principalmente para procurar
locura momentánea.
El uso de los beleños era conocido ya
en los siglos V y VI. Dioscorides menciona sus propiedades que no
tienen la menor relación con el beleño negro de linneo; según
Richard, el beleño blanco del sur de Europa tiene las mismas
propiedades que el negro, es decir que es venenoso.
Los antiguos egipcios sacaban de las
semillas un aceite para sus lámparas mágicas; el amarillo posee
idénticas propiedades. En Egipto sus habitantes utilizaban las hojas
de una variedad de beleño no venenoso para dormir a los niños.
En Persia como en Egipto, los granos
del beleño como las hojas de acelga se torrefacta sirviendo para
confeccionar una infusión muy grata a los pueblos de Asia.
Todavía existe el beleño pigmeo que
es venenoso y rico en hioscimina que es su principio activo,
finalmente el beleño physaloides cuyo grano sustituye al café en
daouria.
En resumen, los brujos de la edad
media y el renacimiento se servían del beleño como de una sustancia
cuyo efecto aterrorizaba el ánimo y ocasionaba un delirio en el que
los objetos más pequeños tomaban grandes proporciones.
Hoy en día sus formas farmacéuticas
son múltiples: se emplea como narcótico e hipnótico, los médicos
enérgicos ingleses lo usan en sus preparados asociándolos a
medicamentos como el sulfato de quinina o los ferruginosos.
Su principio activo es la hiosciamina
que tiene gran analogía con los alcaloides de las solanáceas, en
algunos países fabrican con la raíz unos collares usados contra las
convulsiones infantiles.
Como conclusión cabe decir que el
beleño, diabólico en su época, se ha reconciliado con su doloroso
pasado dado al uso que hoy en día se le da en la medicina y en la
farmacia.
Fuente
¿QUÉ ES LA MASONERÍA?
¿QUIÉN FUÉ NOSTRADAMUS?
¿QUÉ ES LA SANTERÍA?
EL ORÁCULO DE LOS CARACOLES
¿QUIÉN ES PAPÁ NOEL?
DÍA DE LOS SANTOS INOCENTES -
SIGNIFICADO
EL ESTRAMONIO - PLANTAS
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