El
cementerio Forest Lawn de Glendale, en Los Ángeles, donde
se encuentra la sepultura del artista, ha sido desde primera hora de
la mañana centro de peregrinación para sus fieles, según recoge el
diario
Los Angeles Times, que ha destacado el enfado de algunos de
los asistentes porque no se les había permitido acercarse hasta la
tumba tras permanecer varias horas
aguardando su turno en la cola.
Las autoridades habían dispuesto un
estricto dispositivo de seguridad y
se había prohibido el uso de cámaras, la suelta de globos y
palomas, así como cualquier manifestación artística o musical.
El principal homenaje al artista
estaba previsto que tuviera lugar en su ciudad natal,
Gary, en Indiana, donde se
iba a descubrir un monumento en su nombre en un acto al que iba
tenía intención de asistir la madre del cantante,
Katherine Jackson.