En cuanto a la autoría del
lanzamiento de los cohetes, el presidente afgano,
Hamid Karzai, ha
denunciado que los mismos fueron lanzados por la ISAF, la
Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad de la OTAN.
Ese mismo organismo ha abierto una
investigación para esclarecer la muerte de los 52 civiles. Mientras,
la alianza ni confirma ni desmiente
por el momento las palabras del presidente afgano, Hamid
Karzai, ni su acudación. "Hay una
investigación en curso sobre los hechos y de momento no hay
evidencias que confirmen las acusaciones", han señalado las mismas
fuentes.
"Avance lento pero seguro"
Por otra parte, el jefe del Estado
Mayor conjunto de EE UU, Michael Mullen, aseguró este domingo en
Kabul que la guerra afgana avanza de forma "lenta pero segura", y
defendió la necesidad de "restaurar
la confianza" con Pakistán para obtener frutos en la misión
militar y desmantelar las redes terroristas en la frontera.
En una rueda de prensa en la capital afgana, adonde llegó tras una
visita a Islamabad, Mullen explicó que el objetivo de las fuerzas
extranjeras es dar un vuelco a la situación bélica este año con un
gran despliegue en las provincias sureñas de Helmand y Kandahar, los
centros neurálgicos del
movimiento talibán.
La ofensiva lanzada en febrero en Helmand, el
vivero del opio afgano,
sigue registrando "avances", aunque el almirante confesó que las
autoridades afganas no se han implantado "tan pronto" como el mando
militar esperaba.