La Eurocámara rechaza
el permiso único
para inmigrantes
El Parlamento Europeo (PE) ha
rechazado este martes, por sorpresa y con un resultado
ajustado, la polémica
directiva que pretendía simplificar la obtención de permisos de
trabajo y residencia por parte de los inmigrantes legales no
comunitarios que vienen trabajar a la UE.
Para los partidos de izquierdas, que han votado en
contra, esta medida provocaría discriminación y sería un
retroceso en los derechos laborales
de los inmigrantes en regla. La razón, entre otras, es que dicha
directiva no incluye a los trabajadores
inmigrantes temporeros, refugiados
o autónomos.
El voto dividido de los liberales -que, en principio, habían
acordado con los populares dar el visto bueno a la propuesta de
directiva- ha provocado un vuelco en el resultado:
350 votos en contra, 306 a favor y
25 abstenciones.
La llamada directiva sobre el
"permiso único", pensada para simplificar los trámites de
residencia y trabajo de los inmigrantes que entran en la UE por
razones económicas, contaba con el rechazo claro de los socialistas
europeos, porque en su opinión no garantiza en todos los casos que
los trabajadores no comunitarios y del interior de la UE tengan los
mismos derechos en cuanto al acceso a la seguridad social o a la
educación.
Esa falta de igualdad de trato
plena y el hecho que algunos inmigrantes queden fuera del
ámbito de la aplicación de la directiva había motivado
críticas de varios grupos.
Aunque el texto dice expresamente que los inmigrantes procedentes de
países que no forman parte de la UE deben ser considerados
como comunitarios en materia de beneficios sociales, no incluye para
el caso a los temporeros ni a los solicitantes de protección
internacional.
"Fin del principio de igualdad"
La propuesta elaborada por la Comisión Europea no ha
recogido a esos colectivos, porque Bruselas ya ha presentado sendas
iniciativas concretas para ellos, según ha dejado claro la comisaria
de Interior, la sueca Cecilia Malmström.
"Se trata de dar valor y reconocimiento a la aportación de los
inmigrantes a nuestros Estados miembros", ha argumentado Malmström
en el debate previo al voto. La ponente del informe sobre la
directiva debatida este marte, la francesa Véronique Mathieu (PPE),
ha lamentado el voto negativo y ha señalado que "una de las mejores
formas de luchar contra la inmigración ilegal es desarrollar
canales de inmigración legal equilibrados que satisfagan
los mercados de trabajo de la UE".
En el bando contrario, el más crítico con la directiva propuesta por
la CE había sido el eurodiputado socialista español Alejandro
Cercas, ponente en la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales del
Parlamento.
Cercas había vaticinado en el debate previo a la votación que con el
texto "habrá trabajadores 'low cost'"
y "se dinamitará el principio de igualdad" entre trabajadores de
dentro y fuera de la UE. La primera vez que la Comisión Europea
presentó una directiva sobre el "permiso único" fue en 2001, pero
tras no prosperar en el Consejo de Ministros fue retirada en 2006.
El texto actual fue presentado por el Ejecutivo comunitario en 2007,
y para ser aprobado esta vez necesita no sólo el visto bueno de los
gobiernos, sino también del Parlamento Europeo, en virtud del
procedimiento de "codecisión"
previsto por el Tratado de Lisboa en materia social. Tras
el rechazo, le tocará a la CE decidir si modifica o renueva
totalmente el texto para proponer una nueva directiva.
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