Preguntado por los inicios leves de
este virus, que únicamente ha causado víctimas mortales confirmadas
en México y en EE UU, Fukuda mentó el peor de los casos posibles: la
gripe española de 1918, "la peor pandemia del siglo XX, que empezó
como relativamente leve y luego se hizo muy grave".
¿Por qué hizo esta comparación el
doctor Fukuda? "El paralelismo es
claro", declaró a 20minutos.es Esteban Rodríguez
Ocaña, Catedrático de Historia de la Medicina de la Universidad de
Granada. Ante estas emergencias "lo comparamos con los casos
vividos", explica este catedrático, y tenemos "paralelismos con la
gripe española, la gripe aviar, la gripe asiática o el SARS. Es
normal que utilicemos esas referencias para que no vuelvan a
ocurrir".
Movilidad del virus
Aunque tiene nuestro gentilicio, la
gripe de 1918 no se originó en
nuestro país. Se la llamó así porque, por su neutralidad en
la Primera Guerra Mundial, la prensa española no estuvo sujeta a la
censura militar y por ello fue la que más informó sobre la pandemia.
En realidad, la gripe de 1918 se
observó por primera vez en los cuarteles militares de los Estados
Unidos, concretamente en Fort Riley, Kansas. El contacto humano y
el movimiento de tropas de todos los continentes hacia
Europa y África para combatir provocó que este virus llegara a todos
los puntos del planeta.
Más de noventa años después, el virus
que ha saltado al sur de Fort Riley, en México, no ha aprovechado
los movimientos militares para extenderse sino la mayor movilidad
del mundo globalizado y el importante
contingente turista que
visita el país azteca.
Contagio aéreo
Al contrario que en la gripe aviar y
a pesar de su primer nombre (porcina) en esta gripe
no hay animales contagiados
(dato que ha provocado polémica con su nombre), algo que
podría facilitar el control. Su transmisión es "por vía aérea y por
contacto muy cercano" explica este catedrático. Es muy similar a la
española de hace casi un siglo.
Afectados jóvenes
Esta gripe está afectando a jóvenes.
"La gripe estacionaria normal afecta principalmente a ancianos y
niños, personas con pocas defensas, mientras que las más mortíferas
afecta a personas adultas jóvenes.
Esto es un rasgo preocupante de la gripe actual", asegura Rodríguez
Ocaña. Esto, de producirse muertes como en 1918, tiene un mayor
"efecto demográfico" porque a los fallecidos debemos sumar los niños
que no nacerían de esa población en edad de procrear.
Mayor preparación... en el primer
mundo
"La diferencia fundamental entre esta
gripe y la de principios del siglo XX" es la preparación que tenemos
contra ella. "Tenemos alertas,
sistemas específicos (España, por ejemplo, tiene un plan de
actuación contra pandemias de gripe de 2005 ) y gente contratada con
este único objeto", asegura Rodríguez Ocaña, que también destaca las
mejoras en los sistemas sanitarios y los mejores medicamentos.
Además destaca que la experiencia en casos como por ejemplo el de la
gripe aviar ayudarán a una mejor lucha contra el virus.
Sin embargo los expertos llevan
esperando desde hace unos años una gran pandemia de gripe. En 2006,
un equipo de investigadores publicó en The Lancet un
estudio en el que, trabajando sobre datos de la gripe de 1918,
calcularon que la próxima pandemia de este tipo causaría 62 millones
de muertes de las cuales un 96%
ocurrirían en países subdesarrollados o en vías de desarrollo.
"La OMS y sus mecanismos funcionan
bien y lo hacen a escala global", asegura Rodríguez Ocaña, "pero
luego entran las estructuras estatales". "Las
desigualdades son un
factor médico a tener en cuenta", asegura.
Una desventaja: el virus se
adapta
Sin embargo y a pesar de la mejor
preparación, este Catedrático de Historia de la Medicina recuerda la
gran desventaja contra este virus. "Los
virus se adaptan y se modifican, y eso no lo podemos
evitar". Y concluye: "Hasta que se descubre un remedio contra un
nuevo virus pasa un tiempo, no
puede ser inmediato".