Estas páginas representan en torno al 0, 5% de las reservas de Ryanair, lo que equivale a unas mil diarias, y emplean una tecnología que permite vínculos con las ofertas de las aerolíneas de bajo coste y completar la venta, sin que el usuario abandone nunca la página de referencia.

La «low cost» irlandesa reivindicó su decisión como la «más rápida y efectiva forma de desincentivar esta actividad ilícita» y confió en que atacarla permita evitar pagar «innecesarios cargos o tarifas más altas» ya que, según la compañía, se trata de una práctica ilegal que penaliza a los pasajeros al obligarlos a pagar más por los billetes y otros servicios. Los afectados en esta ocasión recibirán una compensación, si bien las web responsables de su adquisición deberán advertirlos de la cancelación para evitar traslados inútiles para vuelos en los que se carece de plaza. Ryanair no cuenta con los datos de contacto de los usuarios y no puede informarlos de los cambios