Una semilla es un concentrado de vida. Todos los nutrientes y la información necesaria para formar una nueva planta están en su interior, en un espacio realmente reducido. Por eso las semillas son también una bomba nutritiva y deliciosa. En el caso del café, su semilla es especialmente aromática y proporciona incontables beneficios para la salud y el bienestar.
La semilla de café se extendió y popularizó en todo el mundo a partir del siglo XVII. Desde entonces, el consumo de café no ha parado de crecer y su cultivo hace frente al reto de mantener la productividad de forma sostenible. Hoy descubrimos todo lo que ofrece la semilla del café.
Qué propiedades tiene la semilla de café
Las semillas de café maduras, separadas del resto del fruto, limpias y secas se denominan café verde. Este café mantiene todos los micronutrientes de la planta, algunos de los cuales se pierden con el tueste. Entre otros, el café verde es rico en ácido clorogénico, un componente que también se encuentra en alimentos como la alcachofa, los cacahuetes y la canela.
El ácido clorogénico se relaciona con la pérdida de peso ya que activa el metabolismo. Además, también ayuda a regular la presión arterial y a bajar el nivel de azúcar en la sangre. Con una infusión de café verde en grano o molido puedes beneficiarte de todas sus propiedades.
En el mercado se pueden encontrar concentrados de café verde y chicles que se promocionan para ayudar a perder peso. Hay que recordar que no son efectivos si no se acompañan de una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio físico.
Sembrar semillas de café
Los granos de café verde, como todas las semillas, están preparados para germinar y crear una nueva planta. Esta es la misión final de una semilla, aunque prefiramos tostarlas y molerlas para consumir como alimento. Así pues, los mismos granos de café verde son, al fin y al cabo, una semilla de café para sembrar.
Los caficultores seleccionan los cafetos más sanos y más productivos, es decir los que dan más frutos en menos tiempo, para mejorar la productividad de los cafetales. Recolectan algunas semillas maduras del centro de estos cafetos y los usan para reponer las plantas que ya han llegado al final de su vida.
Para preparar las semillas, las separan del fruto, las lavan a conciencia y las secan. Después, las plantan en pequeños semilleros para que germinen. Estas semillas no deben almacenarse durante mucho tiempo, ya que pierden capacidad de germinación con el tiempo.
Al cabo de unos 40 o 50 días, los plantones de cafeto ya tienen el tamaño perfecto para ser trasplantados en la explotación cafetera.
Arábica y robusta, las dos principales especies de café
El género Coffea incluye una gran variedad de tipos de café, aunque las dos que copan prácticamente todo el cultivo mundial son el café arábica y el robusta. Las semillas de café arábica y robusta son ligeramente diferentes y se pueden distinguir a simple vista.
El café arábica tiene una semilla más alargada y con un surco a lo largo en forma de S. La semilla de robusta, por otro lado, es más redonda, pequeña, y su surco es recto.
Además del aspecto, el café robusta tiene prácticamente el doble de cafeína que el arábica, así como un sabor más amargo e intenso. El café arábica es más aromático y sutil, se cultiva a mayor altitud y tiene menos rendimiento.
En Bonka, encontrarás muchas variedades de café en grano y molido.
Plantar café en casa
El café es una semilla de una planta tropical, y como tal necesita ciertos requisitos de temperatura y humedad para prosperar. A pesar de ello, también es posible plantarla en casa y tenerla como planta ornamental. Para ello, necesitamos semillas de café verde que hayan sido recolectadas recientemente o bien los frutos de café (cerezas de café) que son un poco más difíciles de conseguir en España.
Es importante plantar estas semillas de café y mantener la planta en el interior de casa para así controlar la temperatura y humedad de forma más estable. Se puede conseguir una planta de metro y medio de altura si el cafeto crece en una maceta grande. Se trata de una planta delicada, pero con mimo y muchos cuidados puede llegar a florecer. Con un poco de suerte, incluso puedes conseguir prepararte tu propio café de estas semillas.
Nuevas variedades e innovaciones en la semilla del café
El perfeccionamiento del cultivo, la selección de los frutos y la innovación son los responsables del café en semilla que llega a nuestros mercados hoy en día. Esta innovación es absolutamente imprescindible para asegurar el cultivo en el presente y futuro, en un momento que el cambio climático afecta especialmente a la caficultura.
La selección, cruce y mejora de las variedades de café ha dado lugar a un gran abanico de semillas certificadas de café, más productivas y que necesitan menos recursos naturales. En estos casos, el precio de la semilla de café se justifica y compensa si tiene una mayor resistencia a las plagas y requiere menos agua asegurando una productividad y calidad superiores.
En los últimos años, una parte de la innovación se ha centrado en conseguir nuevas variedades de café resistentes a las plagas, especialmente a la roya, una enfermedad producida por hongos que ha provocado grandes pérdidas en todo el mundo. Las variedades resistentes a la roya permiten usar menos fungicidas y aseguran un mejor rendimiento.
En Colombia se ha desarrollado una variedad de café arábica resistente a la roya. Se trata de la semilla de café Castillo, que se empezó a cultivar en 2005.
El consumo de café ha aumentado prácticamente un 95% en los últimos 35 años, llegando a todas las partes del planeta y a países en los que el café no era tradicional hasta el momento. Las cafeterías de especialidad prosperan en las grandes urbes, revalorizando esta bebida. Todo esto es posible gracias a la semilla de café, cultivada con mimo por los caficultores y que encierra un mundo sorprendente y lleno de sabor.