Una empresa de Málaga del sector del marketing acaba de publicar un anuncio en Infoempleo, uno de los múltiples portales de ofertas laborales del sector, en el que ofrece cinco puestos para representar a “marcas importantes”: 15.000 euros, trabajo de lunes a viernes… Se requiere buena presencia, experiencia en el trato con el público y capacidad de trabajo en equipo. Y algo más: una edad comprendida entre los 18 y 35 años.
En Infojobs, también justo antes de Nochebuena, una compañía química busca a un operario técnico para trabajar en su fábrica de Zaragoza. Pide una titulación de FP II o ingeniería técnica, experiencia de tres años, conocimientos en equipos de inyección, mecánica, hidráulica, sentido de la responsabilidad, organización…
Pero cualquiera que cumpla todos esos requisitos, si tiene más de 35 años, puede abstenerse de enviar su currículum, ya que la compañía química especifica que quiere contratar a personas de entre 25 y 35 años.
También tiene muy claro lo que busca el responsable de una panadería en Albolote (Granada), que en Milanuncios.com explica que, para atender en el local, quiere a una “chica”, de “20 a 30 años” y que sea del municipio.
Es interminable el rosario de ofertas de trabajo que se puede encontrar en Internet en el que cualquier persona que pasa de los 35 años, exclusivamente por el hecho de pasar de esa edad, está descartada, cumpla o no con los requisitos del perfil que busca la empresa.
Hoy por hoy cuesta imaginar que una empresa diga abiertamente que solo busca trabajadores de una determinada raza, o que rechaza a una etnia concreta, y que las personas de un sexo (hombres o mujeres) pueden abstenerse de optar al puesto. Pero la discriminación por edad se asume hasta el punto de que se pone negro sobre blanco sin demasiados complejos en las ofertas de trabajo.
Y, aunque no todas las empresas ponen el filtro de la edad de forma explícita en sus anuncios, no es ningún secreto que los obstáculos para vender en un proceso de selección aumentan a partir de los 40 años.
“No creo que sea normal, bonito, ni que a nadie le guste, cualquier criterio de selección que sea discriminatorio, que no tenga que ver con la capacidad y aptitudes de la persona, es negativo”, señala Nekane Rodríguez, directora de Lee Hecht Harrison, que es la división de Adecco especializada en recolocación de trabajadores, sobre todo, en aquellos de más de 40 años. Algunas compañías contratan a esta firma para ayudar a encontrar un nuevo trabajo a los empleados despedidos.
No todos los procesos son iguales, las compañías valoran la experiencia, sobre todo en los puestos de mando, pero Rodríguez admite que algunas empresas no quieren contratar a trabajadores de más edad.
“Nosotros intentamos saltar esa barrera para conseguir que vean a alguna persona de, a lo mejor, 50 años, que es muy buena y sabemos que va a encajar con el perfil que busca la empresa”, apunta. ¿Por qué muchos empresarios recelan de los trabajadores de más de 30? Por toda una serie de creencias, por los valores que se asocian a la juventud y los que se asocian a la madurez. “
Hay quien cree que, cuantos más años, hay más vicios adquiridos, menos disponibilidad a viajar, mayores exigencias salariales, más riesgo de que abandonen en cuanto encuentren algo más adaptado a su experiencia…”, apunta la experta en recolocación.
El problema es cuando el candidato de más de 40 años no tiene siquiera la oportunidad de aceptar el sueldo que le ofrecen, explicar que es flexible o que no tiene problema alguno en viajar con cualquier persona de 28 años, el problema es cuando la edad excluye a priori. Fuente: ElPaís